

Artistas
A finales de los años 70 Enrique Naya y Juan Carrero llegaban a Madrid, y en muy pocos años su casa, en el 1º exterior izquierda del número 14 de la calle de la Palma, habilitado como vivienda-estudio, no sería solo el taller de los dos jóvenes pintores, sino que se convertiría en uno de los epicentros de un movimiento tan idolatrado hoy como marginal en su momento, la “Movida madrileña”. Por el pasaban jóvenes creativos e inquietos, tan multidisciplinares como Carlos Berlanga, Alaska, Nacho Canut, Tino Casal (su gran amigo), Fabio de Miguel (McNamara) o Pedro Almodóvar (la “Casa Costus” sirvió de plató para el rodaje de los interiores de la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón). A partir de 1981 Enrique y Juan dejan de firmar sus pinturas individualmente y lo harán con el nombre de “Costus”. Costus se han convertido en los pintores más populares de esa época. Su temática aplicaba la visión cañí —cuadros cuyos personajes principales parecen fotos de una revista del corazón.


El pop art fue mucho más que una corriente pictórica. Fue un movimiento revolucionario que contagió el arte y la cultura posterior. Y a partir de 1977, el pop art tuvo especial incidencia en los orígenes de lo que hoy se conoce como movida madrileña. El pintor Pablo Sycet, que tuvo una breve etapa pop pero no está adscrito en dicho estilo, lo certifica: “La influencia fue formal y estética: pasamos de la sociedad de combate a la de consumo, y la música y las artes visuales se nutrieron de ese cambio”.
El pop art estuvo presente en dicha génesis a través de pintores como Herminio Molero —fundador de Radio Futura— y Costus. Pero como filosofía tuvo un efecto mucho más amplio. “Del pop estadounidense encarnado por Warhol influyó más la actitud que el paradigma pictórico”, señala el historiador del arte y escritor Julio Pérez Manzanares. “Warhol fue mejor entendido por la generación posterior que por sus coetáneos. Esa nueva generación, aunque interesada por sus obras, sobre todo se vio influenciada por sus estrategias de márketing artístico y su actitud de artista-empresario multidisciplinar”. El lenguaje pictórico español siempre ha sido muy propio, local y también muy receptivo. Aquí se hacía pop art de una manera muy natural, sin tomarlo como referencia, porque a pesar de lo que pueda parecer ahora, en aquellos años era un género poco conocido
El pop art de Warhol sirvió como inspiración a numerosos pintores
Alaska sirvió de modelo para distintos cuadros de Costus
Y es precisamente en El Rastro donde el famoso autor Ceesepe se da a conocer, vendiendo cómics y tebeos underground. Más tarde se aventuraría por las serigrafías y las portadas de discos y películas, siendo el ilustrador de las carátulas de Ley del Deseo, Pepi Luci, Bom y otras chicas del montón, de Almodóvar. Sus dibujos colman revistas como La Luna de Madrid, Víbora, o Madriz, y es el autor del logo del local Vía Láctea de Malasaña. Ceesepe conformó un estilo distintivo mediante la suma de múltiples influencias; principalmente del pop art británico (Peter Phillips, Peter Blake), y de autores anteriores como Toulouse-Lautrec, Amedeo Modigliani y Marc Chagall. Tras el abandono del cómic a mediados de los años 80, se dedicó fundamentalmente a la pintura, exponiendo en ciudades de medio mundo. En su última etapa artística diseñó portadas para la edición española de la revista Rolling Stone y The New Yorker contó con sus servicios para una de sus míticas portadas.

Ceesepe acostumbró a pintar escenas costumbristas
José Alfonso Morera Ortiz, el pintor que se dio a conocer como El Hortelano durante los años 80, murió a los 62 años. Morera, valenciano de nacimiento (1954), deja su nombre unido al de sus amigos Ceesepe, Guillermo Pérez Villalta y Alberto García Alix como autor de la estética de una época clave en la historia de la cultura popular de España.
Jesús Ordovás: “El pintor conocido como El Hortelano despierta una gran curiosidad por el cómic de Ceesepe y acude al Rastro a conocerle. Es entonces cuando se hacen amigos y comienzan a vivir juntos. El Hortelano se integra en el grupo de la Movida junto al fotógrafo Alberto García Alíx, Carlos Berlanga, Alaska, Nacho Canut o Almodóvar. Las obras que retratan a la perfección el folclore español y el surrealismo de la época son las de la pareja de gaditanos Enrique Naya y Juan José Carrero, conocidos artísticamente como Costus. Lola Flores, Sara Montiel, Tino Casal y Alaska son, entre otros, los principales protagonistas de sus obras.

Portada del grupo Gabinete Caligari, por El Hortelano

Cuadro de El Hortelano, con un notable uso del simbolismo
En el siguiente vídeo se puede ver un tráiler de un documental que analiza la importancia de la figura de Costus dentro de la pintura y en la Movida madrileña:
Otra de las artistas más representativas de la Movida es Patricia Gadea, por sus obras basadas en el cómic español, donde emplea objetos de uso cotidiano, como en el pop-art neoyorquino. Le da a la realidad madrileña un tono cómico y desenfadado a través de sus pinturas