
Ceesepe
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Biografía
Nació en Madrid, en mayo de 1958 y su verdadero nombre es Carlos Sánchez Pérez. De formación autodidacta, su producción abarca desde pintura y obra gráfica (serigrafías, grabados y ediciones digitales), hasta carteles, portadas de discos e ilustraciones. Vive y trabaja entre Madrid y París.
Ha participado con su obra en ferias internacionales y exposiciones colectivas (Basilea, Pekín, Nueva York, Madrid, Buenos Aires, París, Lille, Niza, Barcelona…). También ha hecho exposiciones individuales en diferentes ciudades españolas, además de en Ginebra, Ámsterdam, París o Yakarta.
Su obra se caracteriza por un inmisericorde uso del color sobre una figuración que navega en el abstracto. Desde 1983 posee el primer y único premio Rockola de Artes Plásticas. Asimismo, ha realizado varios cortometrajes sobre sus personajes y ha publicado libros sobre sus dibujos. Por desgracia falleció en Madrid, en 2018.

Ceesepe en su estudio de Madrid
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El Rastro y la ‘Cascorro Factory’
Ceesepe instaló allí, en la calle de la Encomienda, pegada a la plaza de Cascorro, su puesto de venta de fanzines y cómics americanos, fotocopiados y grapados. Bajo cuerda, vendía la Piraña Divina, el fanzine de Nazario que provocó la desbandada del grupo de Barcelona al ver que la policía les seguía los pasos.
En 1976, Alberto García-Alix entra en su vida y, a la manera de Warhol, ambos deciden crear la Cascorro Factory, la célula hermanada con el underground barcelonés. El Hortelano, Alberto García-Alix, Ouka Lele, Montxo Algora y Agust son ya su tribu madrileña, la versión canalla de la bohemia que acudía al Rastro como Ocaña a las Ramblas. Y luego, todos juntos, a tomar las cañas en el bar La Bobia.
Las noches eran de La Vaquería, en la calle de la Libertad, el local que mezclaba “pintura, música, poesía, whisky y bocadillos”. En 1976, los Guerrilleros de Cristo Rey pusieron una bomba que destrozó la entrada. Ceesepe pintó la nueva puerta y los Guerrilleros dispararon al dibujo. En Madrid empezaban a pasar cosas que luego los modernos bautizaron como la Movida. En las fiestas del Dos de Mayo, una pareja se encaramó desnuda al monumento a Daoíz y Velarde. En el bar El Pentagrama, El Penta, tocaban los de Kaka de Luxe, Nacha Pop, Burning, y Antonio Vega cantaba La chica de ayer.
Ceesepe produjo una gran cantidad de obras

“Porquería pornográfica contra la moral y la familia”
Con la Cascorro Factory, Ceesepe publica Vicios Modernos, creada a partir de las fotografías de García-Alix, protagonista de la historieta. “Aquel halo de marginalidad”, escribe Elsa Fernández-Santos en el libro de la exposición, “se prolonga en Bestias de Lujo”.
El Ceesepe pintor ya se deja ver en este último cómic, la viñeta se le va quedando pequeña.
Colabora con la revista Madriz, editada por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento, y dibuja a SupeMarx y SuperMao, que luchan contra el Mal de SuperFranki; la clara alusión a Franco, el desparpajo y el dibujo hacen que el entonces concejal Alberto Ruiz-Gallardón ponga el grito en el cielo y la califique de “porquería repugnante, pornográfica, blasfema, contraria a la moral y a la familia”. Como dijo entonces el alcalde Tierno Galván, “los carrozas se enfadaron”.

Portada de Vicios Modernos

‘El Víbora’, contra el muermo y las pirañas
En diciembre de 1979 nace en Barcelona una revista mensual, El Víbora. La publicación, “que atenta contra el muermo y las pirañas”, en la que Nazario ejerce de sumo sacerdote con el detective Anarcoma, tiene a Ceesepe como una de sus estrellas. En la revista publicó El Tacón cubano, una historieta en la que experimenta con dibujos más grandes; cada viñeta es como un cuadro. Para El Víbora crea la portada Estrellita va a Nueva York, en la que la protagonista y Picasso huyen de los nazis que han ocupado París y un malvado Gauloise quiere raptar a la muchacha. Estrellita es ya un lienzo. El color y sus trazos inconfundibles lo inundan todo. Ceesepe ya es pintor y él, que lo sabe, se despide de sus amigos de Barcelona con una carta en la que expresa su sueño de alquilarse un piso, llenarlo de caballetes, pinturas, tubos de acrilíco y disolvente. “Lo perfumaré con aguarrás todos los días, me perfumaré con aguarrás y llevaré una bata llena de manchas de pintura por todas las fiestas”.
El Tacón cubano supuso un salto en la obra de Ceesepe

A continuación se puede realizar una visita virtual a la casa-estudio de Ceesepe: