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Casi todos los programas de televisión tuvieron dos características comunes: su vida efímera en antena y su horario marginal. En aquellos años el programa musical que ocupaba la franja horaria privilegiada se denominaba Aplauso; este programa se servía de una fórmula mainstream que bebía de las estrellas de la canción convencionales y, por tanto, poco o nada tenía que ver con la Movida. Los primeros programas representativos de la Nueva Ola fueron Musical Express (1980- 1983) de Ángel Casas y Popgrama de Carlos Tena, Moncho Alpuente, Ángel Casas y Diego A. Manrique.

Estos dos programas se emitían, como ya hemos dicho, en horarios de última hora y en VHF, la segunda cadena conocida actualmente como La 2. Estas características de emisión conllevaban una situación paradójica pues, a la hora en la que comenzaban dichos programas, el público objetivo se encontraba en la calle viviendo la Movida. Los dos programas antes nombrados seguían una fórmula que consistía en actuaciones en directo y la emisión de cortos y primitivos videoclips.

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Auanbabulubabalambambú se suspendió en 1989

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Popgrama ganó audiencia rápidamente debido al tratamiento que daban

Con el paso del tiempo, el rollo siguió promoviendo la creación de nuevos programas (que normalmente sobrevivían un par de años en antena) tales como: Caja de Ritmos (Tena y Manrique), Auanbabulubabalambambú, ¿Popqué? (Tena), Mundo Pop (Alpuente y García Logotipo de Aplauso. Ángel Casas en Musical Express. Emisión de Popgrama. Siniestro Total tocando en Caja de Ritmos. 40 Pelayo), entre otros. Los directivos de TVE tenían sentimientos encontrados con estos programas, una especie de relación amor/odio: por una parte, sabían que programas de esta naturaleza captaban a nuevos sectores de audiencia y, además, daban prestigio a la cadena. Pero por otra parte, los valores de libertad y libertinaje que desprendían dichos programas chocaban con la educación anticuada y pudorosa de los directivos. Se producía un continuo tira y afloja, se creaban programas y, al mismo tiempo, se capaban o, directamente, se cerraban. El suceso más representativo de este continuo conflicto fue el denominado caso Vulpess.

La Bola de Cristal

Evidentemente no podemos terminar sin mencionar el programa de la Movida que renovó el panorama de la programación infantil: La Bola de Cristal. Entre sus presentadores y estrellas habituales podíamos encontrar a Alaska, Pablo Carbonell o Kiko Veneno.

 

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La mente detrás del programa era la periodista y escritora Lolo Rico, que ya había trabajado como guionista en otros programas infantiles como La Casa del Reloj y Un Globo, Dos Globos, Tres Globos.

 

La Bola de Cristal era un magazine dividido en pequeñas partes que incluía series, sketches, actuaciones musicales (de Alaska, Kiko Veneno, Toreros Muertos, La Orquesta Mondragón, Radio Futura,...), entrevistas y marionetas. Se puede decir sin lugar a dudas que Alaska y sus Electroduendes marcaron una época con La Bola de Cristal.

La Bola de Cristal acercaba la cultura a un público más infantil

El programa cosechó tanta audiencia como numerosos premios hubo recibido, sin embargo solo duró en emisión cuatro años pues fue cancelado en 1988, coincidiendo con el fin simbólico de la propia Movida.

A continuación se puede ver la secuencia de introducción de La Bola de Cristal:

La Movida madrileña / Rebeca Sánchez - Montañez y Adrián Álvarez Arcos 

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